TAMBOS DE 200 LITROS DE POLIETILENO

 Los tambos de polietileno cerrados de 200 litros son recipientes fabricados con polietileno, un tipo de plástico resistente y duradero, y tienen una capacidad de 200 litros. Están diseñados para almacenar o transportar líquidos y otros materiales en grandes cantidades de forma segura. Su estructura cerrada significa que tienen una tapa o sello que evita derrames o contaminaciones externas.

Este tipo de tambo se utiliza en una amplia variedad de industrias, como la química, alimentaria, farmacéutica, agrícola, entre otras. Su diseño les permite ser apilados, lo que facilita su almacenamiento y transporte. Además, el polietileno ofrece resistencia a diversos productos químicos y es relativamente ligero, lo que lo hace ideal para manipular productos a granel.

Estos tambos son muy comunes en actividades como el almacenamiento de aceites, productos químicos, detergentes, fertilizantes líquidos, y otros líquidos industriales.

 Los tambos de polietileno abiertos con tapa y cincho de 200 litros son contenedores fabricados en polietileno, un material plástico resistente y duradero, que tienen una capacidad de 200 litros. A diferencia de los tambos cerrados, estos son abiertos en la parte superior, lo que permite una fácil carga y descarga de materiales o líquidos.

Características principales:

1. Tapa con cincho: Estos tambos cuentan con una tapa que se puede colocar y asegurar con un cincho (una especie de banda o correa de sujeción). El cincho permite sellar de manera más segura el contenido del tambor, evitando derrames o contaminación, pero a diferencia de los tambos cerrados completamente, la tapa no es hermética, ya que puede no tener un cierre a prueba de líquidos o gases a presión.
    
2. Diseño abierto: Son ideales para el almacenamiento de materiales que no requieren un cierre completamente hermético o para aquellos que necesitan ser extraídos o agregados frecuentemente. Pueden ser usados para líquidos, sólidos o materiales a granel.
    
3. Capacidad de 200 litros: Al igual que los tambos cerrados, su capacidad estándar es de 200 litros, lo que los hace útiles para almacenar grandes cantidades de productos, como líquidos industriales, químicos, resinas, pinturas, entre otros.